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Las verrugas plantares pueden llegar a ser extremadamente dolorosas y la presencia de muchas de ellas en el pie puede causar dificultad para caminar o correr. Además son contagiosas, sobretodo en zonas de humedad como pueden ser duchas de vestuarios, piscinas públicas...
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En algunos casos el tratamiento de la verruga es muy largo y tedioso, durante meses (6-12) e incluso un par de años. Ya sea que se traten o no, las verrugas que desaparecen a menudo reaparecen. Todas las verrugas se pueden diseminar de una parte del cuerpo a otra.
Es importante acudir rápidamente al nuestra consulta, un diagnóstico precoz y un pronto tratamiento puede reducir el periodo de recuperación en pocas semanas, y evitan problemas médicos y estéticos mayores.
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